Y en silencio eterno no te dejaré de amar
Hurtando sueños y pensamientos,
vas de cabeza en cabeza,
con el viento, como la nube.
¿Y para que vas?... a ningún lado.
Como el sol, iluminas las cumbres,
sierras y montañas, y sin pensarlo acribillas.
¿para qué iluminas y das muerte a la nada?
Tu piel de nieve peca, por blanca y fría
carece de amor y es pura.
¿y que logras? Lastimas a un corazón sin dueño.
El tiempo te eligió para ser mi locura
pero, ¿Qué culpa tengo yo?
¿yo que solo te he amado?
Seré tu prisionero desnudo y desarmado.
¿y cuanto durará?... el tiempo lo curará
Como una ola sin espuma es mi querer,
como un ave que viaja sola por el cielo
mi vida es sin tu ser.
Crepúsculo rojizo, de sangre... de heridas
de este corazón...
Reflejo del cielo en aguas profundas
habrán tu corazón de suavizar
Y en silencio eterno no te dejaré de amar.
Luis Alberto Orgaz Vera
( octubre, 2007)
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