Segundo suspirar
Tomar tu mano fué aprender a andar
sentir tu pelo entre mis dedos
fué entre nubes nadar... fue volar,
caer de mi edificio y en tus ojos aterrizar.
Ahora te busqué y amor me pareció apreciar
tus labios no negaste y un instante les dejaste amar
como la lluvia en la sequía
amagaste mis labios con regar.
Te la vives en mi cuarto, cabeza y hogar
en las jacarandas que veo de mi ventana
en el nido de sus ramas, en cada maldito suspirar
Habitas de mi cuerpo en cada bello,
en mi reproductor, en los ladridos de mi perro
estas ahí y no te entiendo.
Mirar tus ojos fué nacer de nuevo
nacer y olvidar la vida pasada
fué lo que olvidare si ahora muero
pero mientras tu serás niña mi amada.
Tu serás mi única, mi nena
mi niña de pequitas y negra melena
y no te dejaré de buscar jamás
a menos que te cases, te embaraces o te mueras.
aunque incluso muerta te amaré
con este amor que se aferra a tenerte
con este corazón que no deja de quererte
con este niño que no olvida ese día en el patio
te amo y no me pidas por favor callar
porque yo te pido un segundo suspirar.
Luis Alberto Orgaz Vera
(abril 2010)
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