Callada y silenciosa
Cual eco distante que susurra
en las hojas del solitario cedro,
revolotea mi sueño como blanca paloma
Indomable tempestad que me deshace,
Silencio divino que me acongoja.
Callada y silenciosa.
Soportas amores lejanos, quereres
ajenos y besos robados.
Cual diosa entre mortales
Socavas corazones inocentes.
Intento parar de describir
sentimientos que se perderán en el mar.
Pero mi puño no para, ni mi cabeza,
Mi sonrisa ya no nace, muere por ti
Abandonada.
Callada y silenciosa
El dolor invoca a mi alma
La peste del desamor rige sobre el cariño.
Y no se apagará la llama
Llama que acabó con mi alma de niño.
Luis Alberto Orgaz Vera
(septiembre, 2007)
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