Sábado 24
Y no es que extrañe tu boca
azucarada y acorazonada
sino que extraño que me hable
me cuente sus días
me digas que me ama sin temor ni apatía
sin el remordimiento de ser compartida.
Y no es que extrañe tus piernas
largas y torneadas
sino que ellas me extrañan
si me ven tiemblan y si me voy me llaman
si me quedó transpiran y si las toco ...
si las toco, no se que hagan...
Y no es que te pida un sábado
tierno y sincero
sino que el sábado me pide a ti
a tu perfume y tus rizos
tus ojos grandes y fijos
tus ojos tuyos, tus ojos míos
Y no es que extrañe tu presencia
que de ahora otro es dueño
sino que tu presencia necesito
el sábado 24 a las 7 y pico
si no accedes no habrá reproche
si aceptas, me amarás todas las noches.
Luis Alberto Orgaz Vera
(abril 2010)
miércoles, 5 de mayo de 2010
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