Silenciosa amapola
Blanca, bella ágil y sutil
Mi vida impregnada esta de ti
¡Que tristeza abruma mi soledad!
Y que lejos estoy de saber la verdad.
¡Oh niña ajena, no me abandones!
Y no me dejes solo con el cielo infinito
¡Oh diosa del cielo no perdones!
A ese dueño tuyo que te hace perder amores.
¡Oh musa dueña de corazones!
Provoca un revuelo de tormentas pero no me abandones
¡Oh abeja embriagada de miel!
Endulza el amargo vino de mi ser.
¡Oh silenciosa amapola!
No me dejes de querer.
Luis Alberto Orgaz Vera
(abril, 2008)
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