Reflexión no. 3

Te preguntarás entonces...

Me gustas;
me encantas de hecho
y no solo es físico, ¿sabes?
te quiero; y mucho
me gusta como sonríes,
tu cabello; ¡amo tu cabello!
lo primero que supe de ti
fue eso.

eres una niña a la cual
nunca le faltaría...
estaría ahí para ti,
todo de mi parte pondría;
todo por ti lo haría...

pero no me puedo engañar
a veces creo
que lo más cerca que estaré de ti
es cuando duermo y sueño contigo,
te preguntarás entonces:
¿por qué sigo ahí?...

y tú...
no dices no,
pero tampoco que si
¿qué piensas?
¡yo necesito saber;
no puedo seguir así!
necesito tus labios
rosas o carmesí,
necesito que me digas si mis desvelos
tendrán justicia,
si puedo aspirar a ti,
si algún día podré escucharte decir:
-Te quiero también yo a ti-

te preguntarás entonces
¿por qué sigo aquí?...

no lo sé...
tal vez porque te quiero; o
porque amo verte sonreír,
tal vez porque amo casi de ti todo
menos...

que no estés junto a mi.

Luis Alberto Orgaz Vera
(diciembre, 2010)

Ma belle et élégant ...

Ma belle et élégant ...


ay flaquita...
no sé que me has hecho,
no sé cuando empezó a tal
medida...

no sé nada
solo que te quiero...

Y que lo daría todo
por estar en tus sueños
por ser de tus suspiros
el único dueño...

te quiero tanto pequeña
que me ahoga el miedo
de sentir que te pierdo
ay Nancy...
mi bella y elegante Nancy

disculpa si te despierto,
pero estoy seguro
que no hay anda mas cierto
que mi voz cuando te digo:
-te extraño... te quiero-

juro que lo siento,
juro que no miento,
juro que eres tú mujer
mi completo pensamiento

Luis Alberto Orgaz Vera
(diciembre, 2010)

Miedo

Miedo

tengo miedo de tu silencio...
de tu ausencia...
de tu tiempo...

tengo miedo a esa sonrisa
que todo lo oculta...
de esa voz que amaga
tener dueño...

tengo miedo al arribo nocturno
lo tengo al mismo sueño...
a pensarte mientras duermo

tengo miedo a quererte mas
y a tenerte menos...

pensar que has ocultado,
o peor aún, que me has mentido...
y yo por ti,
ciegamente desvivido,
en detalles... chocolates...
en cada maldito suspiro..

en verdad es miedo,
no lo puedo llamar de otra manera
dejo a un lado el ego
y es igual la misma pena...

a tus manos entrelazadas a otros dedos
a tu cabello acariciado por ellos,

miedo a que tus labios no sean míos,
y por alguien más tal vez mordidos...

a los latentes celos
que quise creer sombríos,
a mis turbios desvaríos...

a que me haya confundido,
y poder ser destruido...

¿miedo? si, miedo...

miedo al mismo miedo...

miedo, y a la vez mas miedo...

si eres tu de alguien más
sabré entonces,

a que sabe el mismo infierno

Luis Alberto Orgaz Vera
(diciembre, 2010)