Bendito el tigre
Bendito el pavo real
y la belleza que presume
cuando la amenaza siente.
Bendita mariposa,
de ojos falsos en las alas
y belleza sin igual.
Benditos los minutos
que gobiernas;
bendita la voluntad de tu pulgar,
benditos los segundos
que me asumes en
total vulnerabilidad,
benditos los momentos
que me crees débil
y plagado de inseguridad.
Bendita la marea
que azota
y apremia sin pensar.
Bendita la tormenta
que ahoga
y luego deja los rayos cruzar.
Bendita la agonía
y la escasa vida que das;
la proeza y fortaleza
que sostienes a tu edad.
Bendito el instante
que asumes eterno vivirá,
en que riges y adjudicas
a tu palabra la verdad
Bendita la serpiente,
y el instante que se retrae
justo antes de atacar.
Bendito el tigre
que oculto se mantiene,
agazapado cuando la muerte viene
y la noche cae.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Julio, 2011)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario