Loco un poco...

Loco un poco...

Sé que no estás cerca, ni a 1000 kilómetros a la redonda siquiera. Sé que ésta noche no me llamarás, ni la que sigue; ni la que sigue. Y que hoy no dormiré escuchando tu voz. Sé que estás ausente y aun así me desvelo creyendo que un "Hola" tuyo me mandará Dios... incluso creo que creo en Dios... me has robado el sentido mismo, al igual que a mi blog, pues como verás, está noche no me importan las rimas, ni la métrica, solo escribo lo que murmura el corazón.

Sé que ese aroma, que juro es real, solo es imaginario.... sé que estoy desesperado
y que el calor me agobia cuando no estás a mi lado...
Abro la ventana y con ayuda del viento intento sacudirme tu recuerdo, ver en las nubes algo que no sean tus mejillas y rasparle al aire algo que no sea tu aliento...

Intento, y mas que intento, quiero que la melodía que suena en mi reproductor robe espacio al sonido de tu voz, al que escucho en mis sueños, en la ducha y hasta en mi despertador... ¿por qué? ¿por qué te escucho en mi interior? . A veces incluso creo que yo mismo exagero, creo que ni te extraño tanto, ni tanto es que te quiero.. pero es inútil, ¡no me convenzo! solo siento lo que obvia el pensamiento, porque cuando estoy dudando, otra vez claudico, olvido lo que razonaba y otra vez te pienso.

Pareciera que todo lo planeaste para que mientras estás lejos, todo me recordara a ti, como si hubieras acordado con las nubes dibujar una silueta tuya cada día y justo cuando al cielo miro, y le hubieras dicho a la banda de la cantina que toque algo que me haga cantar como si me estuvieras escuchando... justo enfrente, escuchando, te veo sonriendo... la nariz arrugando... te veo con tu particular ademán saludando....

Me robaste la locura de sabor amargo, me medicaste con tus besos, poco a poco me fuiste tratando. Ahora vivo entre alegre y sedado por tus besos, pero permanezco loco, pues te escucho, veo y casi siento que te toco...

Te amo, pero no sé si mucho o poco, interpreta mis palabras, mis silencios y miradas,
porque incluso en la distancia, te sueño en el cielo y te miro recostada en mi almohada.

Luis Alberto Orgaz Vera
(Mayo, 2011)