Diana, mi alegría...
Adiós a ustedes
mis tardes de melancolía,
ella es mi todo,
mi fuerza; mi valía.
me ha alejado de ustedes,
¿cómo? ...
no lo entenderían.
Ella es bella como ustedes frías,
mi resolana vespertina;
signo de que acaba el día,
es mi luz, parsimonia y alegría,
es el cuarto menguante
que sonriendo se avecina.
Ella completa mi vida,
su oportuna sonrisa,
que dilata mis pupilas
su mirada es precisa,
me desnuda e hipnotiza
en mi mente habita,
no hay como lo impida.
¡Es delicada y frágil!
cómo el diente de león
que ante el viento se deshila...
¡Pequeña flor mía!
Que azote el viento mi puerta,
si gusta con osadía,
y por lúgubre que sea
incluso la tormenta
luce roja, amable y tibia
si ella es mi compañía,
sus besos son mis brasas;
su amor la chimenea
de llamas de alegría.
Joven es mi niña,
distraída, pura, confundida;
es diáfana, sutil
y ocasionalmente
incomprendida,
lo que sin escucharme ya sabía,
lo que a gritos yo pedía.
Ella es ... es y vuelve a ser...
y fielmente,
soy incapaz de describirla,
es mi vela, mástil y armonía
y en el mar de nuestro amor
es la estrella que me guía,
no necesito brújula alguna
mi vida en sus manos pondría...
y no hay dolor, pena o agonía
que valga y dure si me mira,
sonríe y su voz me dice:
"Te amo vida mía"
Luis Alberto Orgaz Vera
(Abril, 2011)
jueves, 28 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
Tenerte y no tenerte
Tenerte y no tenerte
atascado...
¿cómo te cuento?
¿cómo empiezo éste poema?
ligeras se asoman las ideas
y la mayoría
son mas crueles que ligeras.
quisiera contarte el porque
de mis tristezas...
contar que mi cabeza arde
que el pecho me revienta
y no es que mienta
si te digo que te amo
a pesar de que me duela.
y no pensé
que hacerlo a tal manera
a decirme en la cara fuera
que entre tenerte y no tenerte,
ciertamente,
no hay gran diferencia.
Algo anda mal
lo sabes aunque no lo creas.
Te amo como a nadie,
espero que lo sientas,
y si algún día a amar como
yo te amo a alguien llegas
ojalá no te arrepientas
de haberte mostrado desnuda
del alma a la cabeza,
y digas: "amé con todo lo que pude,
no me importó que doliera...
... y entre tenerte y no tenerte,
ciertamente,
ahora sé la diferencia"
Luis Alberto Orgaz Vera
(Abril, 2011)
atascado...
¿cómo te cuento?
¿cómo empiezo éste poema?
ligeras se asoman las ideas
y la mayoría
son mas crueles que ligeras.
quisiera contarte el porque
de mis tristezas...
contar que mi cabeza arde
que el pecho me revienta
y no es que mienta
si te digo que te amo
a pesar de que me duela.
y no pensé
que hacerlo a tal manera
a decirme en la cara fuera
que entre tenerte y no tenerte,
ciertamente,
no hay gran diferencia.
Algo anda mal
lo sabes aunque no lo creas.
Te amo como a nadie,
espero que lo sientas,
y si algún día a amar como
yo te amo a alguien llegas
ojalá no te arrepientas
de haberte mostrado desnuda
del alma a la cabeza,
y digas: "amé con todo lo que pude,
no me importó que doliera...
... y entre tenerte y no tenerte,
ciertamente,
ahora sé la diferencia"
Luis Alberto Orgaz Vera
(Abril, 2011)
martes, 5 de abril de 2011
Podría hacerte daño...
Podría hacerte daño
Podría hacerte daño
el que sepas que te amo,
podrías confiarte;
podría no ser lo que esperamos.
Podría hacerte daño
el que sepas que te extraño,
podrías reírte,
creer que es demasiado.
Podría hacerte daño
el quererte tanto,
sentir
que lo que nunca creíste...
hoy por fin lo has alcanzado.
Podrían hacerte daño
mis poemas, flores, regalos;
empalagarte,
verlos simples, rutinarios.
Podría hacerte daño
el que nunca te haga daño,
podrías acostumbrarte
al mismo sueño diario.
Podrías dejar de amarme,
olvidarte del pasado
preguntarte
si lo has imaginado..
..o en verdad me habías amado.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Abril, 2011)
Podría hacerte daño
el que sepas que te amo,
podrías confiarte;
podría no ser lo que esperamos.
Podría hacerte daño
el que sepas que te extraño,
podrías reírte,
creer que es demasiado.
Podría hacerte daño
el quererte tanto,
sentir
que lo que nunca creíste...
hoy por fin lo has alcanzado.
Podrían hacerte daño
mis poemas, flores, regalos;
empalagarte,
verlos simples, rutinarios.
Podría hacerte daño
el que nunca te haga daño,
podrías acostumbrarte
al mismo sueño diario.
Podrías dejar de amarme,
olvidarte del pasado
preguntarte
si lo has imaginado..
..o en verdad me habías amado.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Abril, 2011)
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