En la palma de tu mano
El trabajo mas desgastante
que en mi vida he encontrado,
es ser un limosnero de amor,
cuando sé el valor de mi cansancio.
Limosneando, puede toparse uno con dolor,
pasarse la vida tropezando,
y preguntándo si estoy cerca de la luna
o si sigo caminando.
Puede ser la vida corta y
su transcurso largo ... lento.
Una gotera de azotea
que llegó hasta los cimientos;
pueden ser eternos los desvelos y
y a la vez en vano todos ellos;
puede ser tu vida o la nuestra
en un solo parpadeo.
Podrás, amor, si lo decides
crear tuyos lindos recuerdos,
besar labios distintos;
perderte en otros cuerpos,
cuerpos altos y si quieres mas esbeltos.
Podrás llorar en hombros
por telas caras cubiertos, podrías incluso
amar, como hasta ahora no lo has hecho
Podrías también, si así lo quieres,
sonreirle a los recuerdos,
de preparatoria tantos de ellos.
Cuando limpiando, muevas mis floreros
y sientas el aroma en tu memoria
de Acapulcos y de un beso en mis cabellos.
Podrá surgir, de hacer el aseo
el aroma a días tan nuestros.
Podías por alguien ser amada,
cuidada y respetada, y si la suerte abunda
y la fortuna es amplia, podrías ser
quien conmigo no pensabas.
Tenerlo todo y a su vez nada;
ser traicionada o tal vez desvelada
por un repentino balbuceo que evolucione
en un: "mámi adorada"
Podrías amarlos mas que a nada
recordarte en infantiles sustantivos
como por mi eras llamada, y tanto
que lo eras, sin medida alguna amada.
Por un sorbo repentino tal vez seas embriagada
y entonces, por ti misma cuestionada:
¿cómo en tus bellos hijos no encuentras mi mirada?...
Dónde quedaron nuestros planes,
los viajes; la alberca techada.
Dónde quedaron nuestros días,
en que instante nuestras metas
se vieron desplazadas,
por una idea tuya que hoy creo descabellada.
Podría pasar mucho, o de este poema nada.
Podrías solo preguntarte
¿por qué dejaste a quien su vida daba?
a quien te abrió su corazón para que te acongojaras
si la lluvia caía o si el viento soplaba.
Podría ser todo o nada,
pero nunca, y lo juro por mi vida,
con el corazón y el alma,
tendrás a alguien que te ame como te amo...
y con su vida te cuide
teniéndolo en la palma de tu mano.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Febrero, 2012)
lunes, 27 de febrero de 2012
jueves, 26 de enero de 2012
Rima XXXII
Rima XXXII
La última rima
Y vuelven las balas al estómago,
los fines de semana largos;
las noches largas...
las manos frías.
Vuelven otra vez mis lineas,
vuelve el augurio, la pesadilla;
los días largos...
la agonía.
Vuelves tú y ya te estas yendo,
vuelve la apatía;
el olor a calle,
a pasajeras compañías...
Vuelve el mar y el ajeno calor,
vuelve el empolvado colchón;
vuelve mi alma a mi cama
y mis domingos al sillón
Vuelve el aliento a licor,
las botanas baratas,
vuelve la vida ya vivida...
mi vida sin tu amor.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Enero, 2012)
La última rima
Y vuelven las balas al estómago,
los fines de semana largos;
las noches largas...
las manos frías.
Vuelven otra vez mis lineas,
vuelve el augurio, la pesadilla;
los días largos...
la agonía.
Vuelves tú y ya te estas yendo,
vuelve la apatía;
el olor a calle,
a pasajeras compañías...
Vuelve el mar y el ajeno calor,
vuelve el empolvado colchón;
vuelve mi alma a mi cama
y mis domingos al sillón
Vuelve el aliento a licor,
las botanas baratas,
vuelve la vida ya vivida...
mi vida sin tu amor.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Enero, 2012)
jueves, 5 de enero de 2012
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué lo haces?
¿Por qué lastimas?
Sería tu llanto y tu alegría;
tus dolores de espalda, tu día a día
¿qué no te das cuenta que,
si pudiera, sería en tu muerte tu agonía?
Sería tu amigo, tu familia
sería quien, si tienes hambre,
pondría en tu boca la comida.
¿Por qué lo haces?
¿Por qué lastimas?
Sería quien ahí estaría
para taparte de la lluvia,
para curar tus heridas y cortadas;
para cubrirte de las balas.
Sería tu alma, tu compañero de vida
sería yo quien te cargue a tu cama
si en la sala te quedaste dormida.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Enero, 2012)
¿Por qué lo haces?
¿Por qué lastimas?
Sería tu llanto y tu alegría;
tus dolores de espalda, tu día a día
¿qué no te das cuenta que,
si pudiera, sería en tu muerte tu agonía?
Sería tu amigo, tu familia
sería quien, si tienes hambre,
pondría en tu boca la comida.
¿Por qué lo haces?
¿Por qué lastimas?
Sería quien ahí estaría
para taparte de la lluvia,
para curar tus heridas y cortadas;
para cubrirte de las balas.
Sería tu alma, tu compañero de vida
sería yo quien te cargue a tu cama
si en la sala te quedaste dormida.
Luis Alberto Orgaz Vera
(Enero, 2012)
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